Cuando escuchamos la palabra propósito, viene a nuestra mente la idea de algo grande y trascendental que debemos descubrir para avanzar en nuestra vida con acierto.

La mayoría de las veces, cuando escuchamos la palabra propósito, viene a nuestra mente la idea de algo grande y trascendental que debemos descubrir para avanzar en nuestra vida con acierto.

El problema de este tipo de planteamiento es que coloca en un concepto todo el peso de nuestro futuro. Esto nos aleja en lugar de acercarnos a nosotros mismos.

Hoy quiero compartir contigo otro enfoque que te permita caminar desde ya en una dirección con sentido.

¿Qué es un camino con sentido?

¿Es posible que algún camino que transites en esta vida pueda carecer de sentido?

Yo pienso que cada experiencia suma y si bien hay caminos más cortos que otros, eres capaz de redirigirte cuando parezca que vas a un lugar al que no deseas llegar.

Cada día puede tener un propósito si tú le pones intención y quizás esta sea la magia que nos regala este concepto tan espiritual y de moda en estos tiempos.

Lo importante para mí es tener claro que camino en una dirección que me llena de felicidad y sentir que estoy evolucionando.

Al final creo que de eso va la vida, de disfrutar y evolucionar.

Lo más útil en mi camino ha sido dejar de seguir lo que he planeado desde la razón.

Y esta es la primera idea que quiero resaltar hoy, ¡¡Atrévete a dejar de seguir el camino que has marcado desde tu mente!!

No tienes que demostrarle nada a nadie.

Realmente podrías no hacer nada y también estaría bien.

Creo que lo determinante es escuchar a nuestro mundo interior. Si siento que mis días se llenan de aventuras, de ilusión, de querer pensar y hacer; no hay más que hablar, seguro que quiero seguir por aquí y tener más y más de esto.

¿Quiere esto decir que es el camino de mi vida? Probablemente no, pero es el camino de mi vida hoy.

Lo que trato de expresarte es que etiquetar la dirección última de algo tan inmenso como es la vida es como tratar de ponerle puertas al mar.

Esto no quiere decir que el propósito no exista. Creo firmemente que existe y que conectarnos a él nos impulsa y llena de felicidad.

Lo que sucede es que, si lo vemos como algo a descubrir desde nuestro punto de partida, nos va a parecer algo difícil.

Es como un mito y, visto así, a veces lo utilizamos como una excusa para no movernos.

Vienen a mis sesiones almas bonitas que me hablan de esto, quieren descubrir su propósito. Me doy cuenta de que se dicen esto: “Cuando descubra mi propósito ya haré algo”. Así lo utilizan como una excusa para no hacer algo hoy.

Empezar a caminar en la dirección que sientes hoy cierta sin duda va a ayudarte más a encontrar tu propósito que quedarte inmóvil dándole vueltas a pensamientos sobre ese ideal que quieres descubrir.

Para mí el propósito de vida es un camino, una dirección en la que, desde que tienes el valor de poner los pies, sientes que va contigo. Sabes que con nada te sientes como con las acciones que tienen que ver con tu propósito.

Todo el mundo no tiene un propósito profesional, pero en mi caso si es así. En mi historia personal expresarme y crecer desde un ámbito profesional ha llenado mucho de mi vida.

El propósito profesional es un camino de expresión y crecimiento en el que desarrollas tus talentos y en ese caminar trasciendes una y cien veces límites internos para seguir avanzando en esa dirección que te llena como nada.

Lo que tengo claro es que el propósito profesional, si es tu caso, va a llenarte de entusiasmo y va a darte el impulso y la fuerza que necesitas para crecer transformándote como persona que se alinea con ese algo que quiere expresar.

En el camino del propósito vas a morir y resucitar varias veces. Sabrás cada una de esas veces que eres más tú que antes de la barrera interna que has trascendido.

Desarrollar tus talentos, disfrutar con lo que haces, descubrir cosas sobre ti y sobre el mundo, son regalos en esto de andar hacia el propósito que ya vale la pena transitar aunque mañana el mundo se terminara.

Yo creo que la clave fundamental para conectar con tu propósito está en escucharte. Desde siempre has tenido deseos, intereses e inquietudes. Por lo que sea, no te has permitido seguir esa llamada.

Esa puerta de escuchar lo que siempre has deseado te lleva ya al inicio del camino.

Puedes, por ejemplo, enfocarte unos días en recordar esas cosas que siempre has querido explorar. Te sorprenderá descubrir que hay temas, anhelos, que se han repetido una y otra vez en tu vida.

Otra clave te diría que está en atreverte.

Atreverte a expresar a tus amigos, a tu familia, eso por lo que sientes una llamada.

Y por supuesto atreverte a empezar.

Las acciones del camino del propósito son lo que te va a enchufar a esto que te completa.

Atrévete a empezar. No hace falta que sea una gran decisión, solo se trata de poner un pie en un nuevo camino.

Puedes apuntarte a un curso, una charla,….

Se trata de ir poco a poco,  explorando hasta que llegue el día en que, de nuevo, te atrevas y te pongas la gorra de “lo que sea que desees”. Verás cómo te sientes haciendo esto que soñabas.

No mires al inicio del camino lo que se te da bien o mal, porque tus talentos más auténticos están ocultos en esta parte del proceso.

Conocerte a ti mismo es fundamental para ser quien quieres ser, pero es un proceso en el que etapa tras etapa, vas a descubrir y trascender historias que van a permitir que tus talentos más valiosos surjan y se conviertan en el impulso que te permita avanzar.

Escucha que deseas hacer de verdad, desde siempre. No para gustar a nadie, no porque es lo que se espera o se debe hacer. Sencillamente porque es lo que te apetece.

Sigue ese deseo, atrévete a seguir ese hilo y poco a poco la magia te envolverá tan claramente que no tendrás duda.

Retomo lo que he dicho al principio de este post, no mitifiques el propósito porque es un camino que puedes iniciar desde ya.

Cualquier senda tendrá sentido y podrás ir redireccionando tal cual el abanico de posibilidades se abra  más y más.

Respira, date tiempo y toma tu valor para empezar a descubrir quién eres haciendo eso que siempre has querido.

Desde ahí te aseguro que la energía con la que se llenarán tus días no te dejará duda de que caminas con sentido.

Carina Barberá

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